Después de la puesta en marcha del cepo cambiario, el Fondo Monetario Internacional (FMI) emitió el primer desembolso del acuerdo de US$20.000 millones que fue aprobado el viernes. El desembolso, que representa el 60% del total del programa, ascendió a US$12.000.000.000. Así, las reservas, que el lunes cerró en US$24.305, se situaron en US$36.799 millones.
La comprensión es un componente de la estrategia oficial para fortalecer el programa económico y mantener la estabilidad financiera. En este contexto, se indicó que los fondos líquidos facilitarán al Ministerio de Economía la adquisición de Letras Intransferibles en manos del Banco Central, con la finalidad de equilibrar su balance y fortalecer las reservas internacionales.
El Fondo asignará otros US$2000 millones en junio. Por otro lado, existen US$1000 millones a llegar este año, pero el Ministerio de Economía aún no ha confirmado la fecha.
Además del nuevo pacto suscrito con el FMI, la Argentina recibirá un apoyo financiero crucial de otras entidades multilaterales. El Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) presentaron respectivamente programas de respaldo de US$12.000 millones y US$10.000 millones.
En resumen, para el año 2025, los desembolsos de liquidez comprometidos por estas entidades alcanzan los US$6100 millones. De esa cantidad, se recibirán US$1500 millones de inmediato, mientras que otros US$2100 millones serán transferidos en el transcurso de los próximos 60 días. Los otros US$2500 millones se repartirán durante el año, basándose en la consecución de objetivos y calendarios pactados con las autoridades de Argentina.
Tras el nuevo pacto, el Ejecutivo tiene la obligación de alcanzar ciertos objetivos. Las más destacadas son el excedente tributario y la acumulación de reservas. Sin embargo, también aceptó el compromiso de progresar en las reformas fiscales y previsionales.
En el primer escenario, el grupo económico se comprometió a aplicar una disminución tributaria adicional del 0,3% del PIB para lo que resta hasta 2025. En el pasado, se determinó que el excedente primario excedía el 1,3% del producto y ahora debería ser del 1,6%. En otras palabras, se producirá un mayor ajuste -ya sea mediante la reducción de costos o la mejora de los ingresos- para optimizar el balance de las cuentas públicas.
El informe del personal divulgado por el FMI esta medianoche también indica que se progresará en las reformas fiscales, incluyendo la coparticipación de ingresos y pensiones.
La segunda meta que acordó el Gobierno con el FMI es la de acumulación de reservas. De acuerdo al comunicado que difundió el Banco Central, a fines de marzo de este año las reservas internacionales netas se ubicaban en US$4900 millones y deberán ser positivas en US$4000 millones para fines de este año. Para evaluar el cumplimiento de esta meta, se realizarán evaluaciones trimestrales que se realizarán a mediados de junio y a fines de septiembre.
Ese aspecto es clave en un contexto en el cual la entidad monetaria lleva desprendiéndose de sus dólares y las reservas brutas se ubican por debajo de los US$25.000 millones, en los niveles de enero de 2024.