Las noticias sobre personas intoxicadas por inhalación de monóxido de carbono en centros balnearios de la Costa reavivan la necesidad de extremar los cuidados para combatir al llamado “asesino silencioso” y salvar vidas.
El monóxido de carbono (CO) es un neurotóxico de alto nivel de toxicidad en muy bajas concentraciones y en cortos períodos de exposición. Se produce por la mala combustión de carbón, madera, querosén, alcohol o gas natural.
Como no se detecta por medio de los sentidos, no tiene olor, sabor, color y no produce irritación en los ojos o nariz, su efecto puede ser letal si no se advierte a tiempo su presencia en el ambiente. Los síntomas más comunes que produce la intoxicación por CO son cefalea, vómitos, mareos, cansancio o somnolencia, dolor en el pecho, alteraciones visuales y desmayos. La prolongada exposición llega a provocar la muerte.
Vale recordar que un 87 por ciento de los casos de intoxicaciones registrados se debe al mal funcionamiento de calefones y un 5 por ciento al de cocinas. En esta época estival no deben estar encendidas las estufas, ni siquiera en piloto. Si en el domicilio no se cuenta con un detector de monóxido de carbono (un dispositivo dual que registra la presencia en el ambiente tanto de monóxido de carbono como de gas natural) se pueden tomar algunos recaudos para prevenir accidentes:
·Verificar que el color de la llama de cada artefacto sea uniforme y color azul. Si es anaranjada hay mal funcionamiento. En ese caso, hacer revisar las instalaciones por un gasista matriculado.
·Asegurarse de que haya ventilación permanente en los ambientes. Destapar, en caso de que estén tapadas, las rejillas compensadoras reglamentarias.
·Hacer chequear por un gasista matriculado el funcionamiento de todos los artefactos de gas de la vivienda e, inclusive, los conductos de ventilación de esos artefactos. No permitido el uso de material corrugado para las cañerías de evacuación, ya que el corrugado evacua un 30% menos de gases que los de caño liso.
Si existen sospechas de intoxicación, lo primero que hay que hacer es retirar de manera inmediata a las personas afectadas del ambiente contaminado y trasladarlas a un lugar donde circule aire fresco y llamar a un servicio de urgencias. La persona intoxicada necesita oxígeno.
Si fuera posible, abrir las ventanas para ventilar el ambiente contaminado y apagar la fuente emisora de CO.