Insultos, amenazas y hostigamiento son las agresiones más comunes. También se registraron empujones , escupitajos y golpes de puño, según pudo saber Clarín a partir de datos de la Secretaría de Tránsito del Gobierno de la Ciudad.
El sábado por la noche un hombre a bordo de un VW Fox se enojó ante las indicaciones de un agente de tránsito, intentó fugarse y lo arrolló. El agente fue arrastrado varios metros.
Cuando el hombre del Fox se detuvo, se produjo una fuerte discusión con personas que circulaban por el lugar.
El control de alcoholemia arrojó 1,46 gramos de alcohol de litro por sangre, el triple de lo permitido.
El hecho no es aislado. Hoy se realizan 25 operativos de alcoholemia los fines de semana, y que hay 40 puestos de control de motos.
Es en estos controles donde los problemas aparecen porque muchos se niegan al chequeo o después de dar positivo insisten para que no les secuestren el auto.
Los agentes son monotributistas y cobran en bruto $ 17.602, de los cuales les quedan unos $ 14.000 en mano. Trabajan en turnos de siete horas.