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Las reservas de vuelos realizadas durante el primer semestre de este año desde el exterior para viajar a Buenos Aires entre julio pasado y junio de 2019, aumentaron un 30%.

Las reservas de vuelos realizadas durante el primer semestre de este año desde el exterior para viajar a Buenos Aires entre julio pasado y junio de 2019, aumentaron un 30%. Esto se combina con una mayor oferta de plazas en los aviones para llegar a la Ciudad. Desde el Gobierno porteño estiman que van a arribar 430 mil nuevos turistas internacionales por año, un 20% más. Y quieren que el sector hotelero esté preparado. Para eso, presentarán un proyecto de ley en la Legislatura para ofrecerles incentivos fiscales a quienes construyan hoteles o realicen obras de remodelación o ampliación sustanciales en establecimientos ya existentes.

«Se van a generar 923.700 nuevos asientos internacionales anuales para Buenos Aires gracias a la política aerocomercial del Gobierno nacional -se entusiasma el jefe de Gabinete de Ministros de la porteño, Felipe Miguel-. La Ciudad se está posicionando como uno de los mayores destinos para el turismo y los eventos internacionales».

El funcionario, además, destaca que cada turista que llega a Buenos Aires genera trabajo. «Alquila un hotel, se toma un taxi, sale a comer, va al teatro. Y eso es trabajo para los porteños, por eso es clave alentar el desarrollo de este sector estratégico para la Ciudad».

Según el Ente de Turismo porteño (Entur), las reservas para viajar a Buenos Aires entre julio y diciembre de este año crecieron un 25%. Las ciudades donde más creció la demanda para venir a la capital argentina son Auckland y Sidney, donde en conjunto las reservas de pasajes para Buenos Aires aumentaron un 94%. Les siguen Londres, con un 76% de aumento; Frankfurt (39%), Bogotá (23%) y Madrid (17%). Mientras, la demanda desde los Estados Unidos creció un 16%.

Entre enero y mayo de este año, el turismo internacional que arribó a la Ciudad por vía aérea ya fue un 3,4% mayor que en el mismo período de 2017, según detalló Clarín. Llegaron 796 mil viajeros internacionales, 26 mil más que el año pasado. También dejaron en la Ciudad US$ 25 millones más que en 2017, es decir un 5,2% más.

En el Gobierno porteño lo atribuyen a la nueva conectividad aérea internacional. En los próximos meses, Buenos Aires sumará conexiones con Zurich y Los Ángeles lo que, según la estimación oficial, sumará alrededor de 38.700 turistas al año.

Según los cálculos del Ejecutivo, la demanda potencial sería de 430 mil turistas internacionales más por año, es decir un 20% más que antes. Así, el incremento del gasto sería del 19%, porque se estima que estos nuevos turistas dejarían US$ 380 millones por año en la Ciudad.

Por otra parte, en el Entur aseguran que entre enero y abril de este año se registró la tasa de ocupación más alta de los últimos siete años: un 58% de las plazas estuvieron ocupadas. Con esa base, combinada con las proyecciones realizadas en base a estudios con big data (una técnica que permite analizar grandes volúmenes de datos), desde el Gobierno porteño quieren incentivar a los hoteleros a mejorar la competitividad del sector.

«Gracias a la nueva conectividad aérea, el mundo está eligiendo cada vez más a Buenos Aires. Estamos ante una oportunidad histórica para el turismo en la Ciudad. Para que el desarrollo del sector se consolide en el largo plazo, son necesarios incentivos fiscales que a su vez alientan la generación de empleo en torno del turismo», explica Fernando Straface, Secretario General y de Relaciones Internacionales del Gobierno porteño.

Por su parte el presidente del Entur, Gonzalo Robredo, afirmá que esta es la oportunidad de posicionar a la Ciudad como las más visitada del hemisferio sur. «Para eso es necesario enriquecer la infraestructura y el valor agregado de la oferta hotelera», dice. Y reconoce que los incentivos para el sector son una cuenta pendiente desde los años 70.

El plan del gobierno

El Gobierno porteño presentará un proyecto de ley en la Legislatura para darle un beneficio fiscal a quienes construyan un nuevo hotel o a los que realicen obras de remodelación o ampliación sustanciales en un establecimiento ya existente. Este beneficio consistirá un crédito fiscal aplicable contra el pago de los Ingresos Brutos generados por el establecimiento durante los diez años siguientes al otorgamiento del crédito.

El crédito equivaldrá a un porcentaje de la inversión efectivamente realizada. En el Gobierno porteño detallan que cuando se construya un hotel nuevo, será del 10%, con un 2% o un 5% adicional según la zona donde esté ubicado.

Mientras, en el caso de la remodelación, el crédito será del 40%, con un 10% adicional si el titular del hotel es una PyME y otro 10% extra si el establecimiento forma parte de una APH (Área de Protección Histórica). La vigencia de este régimen será de 5 años.

«Se prevén inversiones por US$ 570 millones hacia 2025 y 1.400 nuevos empleos estables en hoteles, más los empleos indirectos y lo que genere la propia actividad e construcción, precisa Robredo.