La polémica medida del Gobierno que fusiona el Ministerio de Salud y el de Desarrollo Social despertó la indignación tanto de centros de atención médica como de trabajadores de la salud. Este miércoles al mediodía, sindicatos de ATE, agrupaciones sociales, enfermeros, médicos y estudiantes de medicina realizaron un abrazo simbólico al legendario edificio de 9 Julio y Moreno.
La protesta afectaba el tránsito a lo largo de la 9 de Julio, ya que varias organizaciones marchaban hacia el lugar desde la estación Constitución del tren Roca.
Entre bombos, fuegos artificiales, banderas, cánticos y humo, los manifestantes arrancaron el acto con el himno nacional, acompañado de una banda de instrumentos de vientos. Se veían columnas de ATE, MST y también del gremio docente Udocba, pero también enfermeros, médicos y psicólogos, con y sin guardapolvos, acompañados por camilleros, choferes de ambulancia y empleados administrativos.
«Me parece una aberración terrible. No se puede degradar el ministerio a secretaría y delegar toda la estructura a otra secretaría que no tiene la potestad y el conocimiento interno de lo que es la implicancia de los programas de salud que se están llevando a cabo», opinó Martín, que trabaja como enfermero.
La misma apreciación tuvo su compañera de trabajo, Yanina: «Ya somos un sector totalmente luchándola porque nos falta todo. Y hacer un ajuste en salud significa que en un futuro haya pibes que no reciban la atención que necesitan y que muera mucha gente».
«Nosotros somos del Hospital Laura Bonaparte, que depende directamente del Ministerio de Salud y lo que hay es mucha incertidumbre porque no sabemos a quién le vamos a responder. Y mucho temor de perder los puestos de trabajo», expresó Ana, que se desempeña en ese hospital como psicóloga.