Tras la votación en el Senado que sancionó leyes clave impulsadas por la oposición, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se desmarcó de la postura más confrontativa del presidente Javier Milei y dio señales de distensión hacia los gobernadores. “No todos son lo mismo, hay algunos que se dedican a gastar y otros que son más austeros en la administración de los recursos públicos”, aseguró este viernes en declaraciones a Radio Mitre.
Mientras el Presidente ratificaba su rechazo a los proyectos aprobados y denunciaba una «traición» desde el Congreso, Francos evitó cerrar la puerta al diálogo institucional:
“No creo que esté todo roto, creo que hay posibilidad de conversar; de hecho, conversamos permanentemente con los gobernadores y con algunos vamos a tener acuerdos electorales”, afirmó.
Las declaraciones llegan luego de una jornada legislativa intensa, en la que el Senado sancionó el aumento a las jubilaciones, la extensión de la moratoria previsional y la declaración de la emergencia en discapacidad. Antes del debate, varios mandatarios provinciales vinculados a Juntos por el Cambio —entre ellos, Rogelio Frigerio (Entre Ríos), Gustavo Valdés (Corrientes) y Maximiliano Pullaro (Santa Fe)— ya habían anticipado su rechazo, advirtiendo que las iniciativas comprometían el equilibrio fiscal.
Sin embargo, esos gestos no bastaron. En la Bolsa de Comercio, Milei ratificó su rechazo a cualquier posibilidad de consenso, y aunque no dio nombres, denunció haber recibido “un puñal por la espalda”, señalando una supuesta traición política.
Francos, por su parte, calificó la sesión como “muy, muy particular” y sostuvo que, desde el Gobierno, se había intentado explicar “cuál era el costo que tenían las reformas”, con la expectativa de un desenlace distinto. Según el jefe de Gabinete, parte del accionar de los gobernadores responde al calendario político:
“Se acerca el periodo electoral y quieren tener más recursos para enfrentar las elecciones con más disponibilidad”, señaló.
A pesar del tono más dialoguista, Francos advirtió que el Ejecutivo buscará frenar en Diputados los proyectos que aún requieren ratificación. Entre ellos, el giro automático de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y la redistribución del impuesto a los combustibles.
“Nosotros trataremos de que no se aprueben, de explicar por qué no son viables y confiamos en poder convencer a los diputados por lo menos a 1/3 de los diputados o 1/3 de los senadores para que no la ratifiquen”, explicó.
Sobre las normas ya sancionadas vinculadas a jubilaciones y discapacidad, Francos cuestionó que “no tienen indicado cómo se financian” y anticipó que el Gobierno evaluará si corresponde judicializarlas:
“Estudiaremos los antecedentes sobre cómo se originaron esas leyes y, si corresponde, plantear otras objeciones. No vamos a hacer nada que no corresponda”, aseguró.
En relación con la fuerte interna generada en el oficialismo, Francos evitó pronunciarse sobre el rol de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien presidió la sesión y fue objeto de duros cuestionamientos desde el Ejecutivo y por parte de Patricia Bullrich.