Desde su prisión domiciliaria, Cristina Fernández de Kirchner reapareció con fuertes críticas al gobernador bonaerense Axel Kicillof, a quien responsabilizó por la derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires.
“El desdoblamiento fue un error político”, afirmó la exvicepresidenta, que recordó haber advertido sobre los riesgos de separar las elecciones apenas por siete semanas.
“Fue un error dividir los esfuerzos en dos elecciones separadas por apenas 49 días”, señaló, y comparó los resultados con el resto del país: “Todos los gobernadores peronistas —Ziliotto en La Pampa, Quintela en La Rioja, Jalil en Catamarca, Jaldo en Tucumán e Insfrán en Formosa— ganaron en estas elecciones parlamentarias. La excepción de lo ocurrido en la Provincia de Buenos Aires obedece a un error político al equivocar la estrategia electoral”.
Según su análisis, “la diferencia de casi 14 puntos en la elección del 7 de septiembre en PBA operó como una PASO o balotaje que permitió reagrupar el voto antiperonista en la elección del pasado 26 de octubre”.
“El miedo y la insatisfacción democrática”
Cristina Kirchner también vinculó la derrota a factores económicos y mediáticos. “Algunos creyeron que si el gobierno perdía la elección de medio término, se caía”, sostuvo, en referencia al “miedo” que habría influido en el electorado ante la posibilidad de una crisis política.
Según la exmandataria, ese clima se dio “en el marco de una escalada del dólar, del riesgo país y del problema de siempre: la falta de dólares”. En ese contexto, recordó una declaración del expresidente estadounidense Donald Trump, quien advirtió que “si Milei no ganaba las elecciones, la ayuda del Tesoro norteamericano, que al comprar pesos insufló dólares al sistema bi-monetario argentino, se iba a terminar”.
“Con la amenaza de que todo iba a explotar lograron una sobre-estimulación emocional en una parte del electorado”, afirmó.
También cuestionó la dependencia del país frente al Tesoro estadounidense: “El valor del dólar es el que guía, alarma o fulmina a la economía bi-monetaria de la Argentina que, endeudada como nunca en la historia, ha sumado a un nuevo e inédito acreedor: el Tesoro de los Estados Unidos. Los argentinos compran dólares y los yankis compran pesos… ¿Qué puede salir mal?”.
“No ganaron tanto: el peronismo sigue en pie”
En su mensaje, la exvicepresidenta buscó relativizar la magnitud del triunfo oficialista. Recordó que, desde 1983, “todos los presidentes, salvo De la Rúa y Alberto Fernández, ganaron la primera elección parlamentaria siguiente” y destacó que el peronismo obtuvo el 35% de los votos a nivel nacional frente al 40% de La Libertad Avanza, en un contexto de creciente ausentismo e “insatisfacción democrática”.
También denunció una “fuerte ofensiva para tratar de romper el peronismo y el campo nacional y popular en su conjunto”. Según su visión, “transformar la Argentina en una factoría y quebrar su organización social y política requiere algo más que ganarle una elección. Van a poner en juego todo lo que haga falta”.
Críticas a la Justicia y llamado a la militancia
Cristina Kirchner volvió a denunciar persecución política, mediática y judicial. Apuntó directamente contra la Corte Suprema por sobreseer, al día siguiente de las elecciones, a Mauricio Macri, Luis Caputo, Federico Sturzenegger y Javier Milei, mientras confirmaba condenas contra dirigentes peronistas como Martín Sabbatella —“por la aplicación de la Ley de Medios”— y Guillermo Moreno, “que incluyen no sólo privación de la libertad, sino inhabilitación de por vida para ejercer cargos públicos”.
En el cierre de su mensaje, la líder de Fuerza Patria advirtió que “la dirigencia política, sindical y social en la Argentina está en libertad condicional” y llamó a resistir lo que considera un intento de disciplinar a quienes defienden los intereses nacionales.
“El objetivo es impedir un proceso de desendeudamiento de la Argentina y mejorar la calidad de vida de las grandes mayorías nacionales con trabajo y producción”, concluyó.













