El líder republicano advirtió que la ayuda financiera de Estados Unidos podría reducirse si el Gobierno argentino pierde las elecciones legislativas del 26 de octubre. Las declaraciones generaron tensión política y repercusiones en los mercados.

A doce días de las elecciones de medio término, el presidente Javier Milei y su comitiva arribaron a Washington con la expectativa de consolidar su alianza con Donald Trump. La cita en el Salón Oval de la Casa Blanca buscaba mostrar respaldo político e impulsar la confianza económica tras semanas de volatilidad, pero terminó dominada por una advertencia del líder republicano que convulsionó la gira.

Durante una conferencia con periodistas argentinos, Trump fue consultado sobre el futuro del apoyo financiero de la Secretaría del Tesoro estadounidense en caso de un resultado adverso para el oficialismo. Su respuesta fue directa: “Si un socialista o un comunista gana, te sentís diferente sobre hacer una inversión. Si Milei pierde con un candidato de extrema izquierda, no seremos generosos con Argentina.”

La frase se replicó de inmediato en medios internacionales y provocó una caída momentánea en los mercados argentinos, que interpretaron el mensaje como una condicionalidad política explícita al respaldo financiero del Tesoro norteamericano.

En la delegación argentina (integrada por Karina Milei, Gerardo Werthein, Luis Caputo, Patricia Bullrich, Santiago Bausili y el embajador Alec Oxenford) solo Caputo y Bullrich advirtieron de inmediato el impacto de la declaración. El resto continuó con el encuentro mientras Trump monopolizaba la escena.

Horas más tarde, ya en Blair House, el equipo presidencial montó un operativo de contención política y comunicacional. Milei publicó en X un mensaje interpretando las palabras de Trump como un respaldo a su gestión: “El apoyo que Usted y su gran país nos ha dado es de vital importancia para la continuidad del camino de reformas. Los argentinos saben que la principal potencia del mundo continuará apoyándonos salvo que volvamos a abrazar el populismo.”

En paralelo, Caputo pidió al secretario del Tesoro, Scott Bessent, que aclarara públicamente el compromiso de Washington. Werthein, por su parte, gestionó un nuevo gesto de Trump: horas más tarde, el exmandatario publicó en Truth Social un mensaje conciliador.

“Gran reunión hoy con Javier Milei. Está haciendo lo correcto por su país. Espero que el pueblo argentino comprenda el buen trabajo que está realizando y apoye su gestión. Javier Milei cuenta con mi respaldo total y absoluto. ¡Hagamos Argentina grande otra vez!”, escribió.

El Ministerio de Economía y la Cancillería buscaron así disipar el ruido político y contener la incertidumbre financiera que unió a la City porteña con Wall Street. Caputo, ante la prensa apostada frente a Blair House, minimizó el episodio: “Fue una mala interpretación del mercado o del periodismo, pero no es lo que dijo el presidente”, afirmó.

Sin embargo, fuentes en Washington admitieron que el mensaje original de Trump fue claro: el apoyo financiero estadounidense dependerá del resultado electoral del 26 de octubre.

Antes de su regreso a Buenos Aires, Milei mantuvo una reunión de evaluación con su equipo. Pese a la tensión, en la Casa Rosada consideran que la foto con Trump sigue siendo un activo político importante, aunque reconocen que el episodio ensombreció el objetivo original de la gira.

Trump, por su parte, sostiene su apuesta por Milei, pero dejó en claro que su respaldo futuro podría transformarse, según el resultado de las urnas, en un apoyo simbólico más que económico.

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