En la recta final para definir alianzas legislativas, el PRO atraviesa una interna marcada por las diferencias entre los primos Macri. Mientras el expresidente promueve un acuerdo con los libertarios, el jefe de gobierno porteño apuesta a relanzar Juntos por el Cambio con sus antiguos socios.

El PRO atraviesa horas decisivas. A solo días del cierre del plazo para la inscripción de alianzas electorales —que vence este jueves—, la cúpula del partido fundado por Mauricio Macri se encuentra reunida en un clima de creciente tensión interna. En el centro de la disputa están el propio expresidente y su primo, el jefe de gobierno porteño Jorge Macri, quienes tienen visiones enfrentadas sobre la estrategia electoral de cara a las legislativas nacionales del 26 de octubre.

La conducción partidaria mantiene encuentros tanto presenciales como virtuales, sin definiciones de fondo por el momento. Sin embargo, las diferencias estratégicas son notorias. Mauricio Macri insiste en avanzar con un acuerdo con La Libertad Avanza (LLA), mientras que Jorge Macri impulsa una reconfiguración de Juntos por el Cambio con fuerzas tradicionales como la UCR y la Coalición Cívica.

“La reunión es para debatir un poco cuál es la situación en el país y también el panorama electoral”, dijo Mauricio Macri antes del encuentro. Además, sostuvo que “estaban hablando esta mañana” con los libertarios para intentar destrabar las negociaciones.

Un acuerdo con los libertarios, en punto muerto

Las conversaciones entre el PRO y LLA llevan semanas, pero siguen trabadas. Según trascendió, los libertarios exigen controlar los dos primeros lugares de la lista para senadores por la Ciudad de Buenos Aires, así como la cabeza de lista para diputados. Además, desde el espacio liderado por Javier Milei bajaron una directiva clara: el sello debe ser 100% violeta, sin referencias gráficas ni simbólicas al PRO.

La exigencia de protagonismo total por parte de LLA dejaría al PRO con escasa representación legislativa, algo que genera resistencias incluso entre los sectores más dialoguistas del partido. A pesar de ello, en la Casa Rosada consideran «lógico» que se presenten juntos, como ya ocurrió en la provincia de Buenos Aires.

El encargado de liderar las negociaciones por parte del PRO es Cristian Ritondo, referente del partido en territorio bonaerense, quien mantiene diálogos con Pilar Ramírez, presidenta de LLA en CABA, y con Eduardo “Lule” Menem, uno de los operadores clave del oficialismo.

Jorge Macri presiona por una alternativa

Desde la jefatura de gobierno porteño, la mirada es distinta. En Uspallata —la sede del gobierno de la Ciudad— sostienen que una alianza con LLA sería inviable en términos políticos y electorales, especialmente tras la derrota del PRO frente a los libertarios en las elecciones porteñas de mayo. Por eso, impulsan la idea de rearmar Juntos por el Cambio bajo un nuevo nombre, pero con la misma estructura de alianzas.

Esta estrategia apunta a recuperar terreno político apelando a un frente más amplio, con el objetivo de sumar volumen electoral en una contienda que se anticipa muy competitiva. Según fuentes del entorno de Jorge Macri, ya se iniciaron conversaciones con dirigentes de la UCR, la Coalición Cívica y otros espacios afines para avanzar en esta dirección.

El reloj electoral corre

El panorama se definirá en las próximas horas. Con el plazo legal para inscribir frentes venciendo este jueves a la medianoche, el PRO debe resolver si se inclina por un acuerdo pragmático con LLA, cediendo espacios, o si apuesta a reconstruir su identidad dentro de una coalición opositora más tradicional.

La pulseada entre Mauricio y Jorge Macri no solo refleja una diferencia estratégica, sino también una disputa de liderazgo sobre el futuro del espacio que fundaron juntos hace más de 20 años. Por ahora, el desenlace sigue abierto.

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