La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó este jueves por unanimidad un protocolo para que los familiares puedan estar junto a aquellas personas internadas en estado crítico por COVID-19 y darles el último adiós.
Bajo el nombre de “plan de acompañamiento a pacientes en situación de final de vida durante la emergencia sanitaria” por coronavirus, se permitirá a una persona del entorno afectivo despedirse de manera presencial y, a través de dispositivos, garantizar la comunicación con otros allegados.
La norma fue ratificada con 58 votos positivos, y el plan, según dijeron, “deberá aplicarse en los efectores públicos de salud de la Ciudad”. Esto no obliga a los establecimientos privados y de seguridad social a implementarlo, pero los habilita a hacerlo.
El diputado Facundo del Gaiso del bloque Vamos Juntos (VJ), uno de los dos legisladores que impulsaron el plan, señaló: “El proyecto que aprobamos hoy es un reflejo del respeto que tenemos como sociedad por la vida. Esta ley es un homenaje a las familias que no pudieron despedirse y un homenaje a sus seres queridos, que murieron en soledad”.
De esta manera, los centros de salud porteños, podran implementar el protocolo elaborado esta semana por el Ministerio de Salud local.
Quienes puedan ingresar deberán cumplir con una serie de requisitos, como “tener entre 18 y 60 años, gozar de buena salud, no presentar factores de riesgo y no estar embarazada”. Asimismo, la persona que realiza la visita deberá utilizar el Equipo de Protección Personal (EPP) “tal como lo hace el personal de salud en los sectores COVID-19 de los hospitales”.
En el ámbito porteño, las visitas a las personas internadas con otras patologías ya se encontraban permitidas, aunque de todas maneras también están contempladas dentro del nuevo protocolo.
Puntos principales para la visita
La posibilidad de la visita será comunicada por parte del hospital a los familiares, quienes deberán seleccionar a una persona de su entorno con las características adecuadas para que se acerque a la institución.
Una vez allí, recibirá la explicación detallada del procedimiento y las circunstancias en las que se desarrollará el encuentro. Antes de ese momento, se informará sobre los tratamientos médicos y se anticipará el estado actual del paciente, para reducir el impacto emocional durante el acompañamiento. Podrá ingresar con algún objeto de valor sentimental como fotos, motivos religiosos, entre otros.
El tiempo del acompañamiento se evaluará de acuerdo a las circunstancias propias de cada caso. Siempre que la condición del paciente lo permita, se deberá brindar al allegado la posibilidad de entablar una comunicación con el resto de la familia a través de dispositivos digitales.
Asimismo, se consultará sobre las medidas de disposición final. El cuidado del paciente y aquello que sea importante tanto para el mismo como para sus allegados es tenido en cuenta en todo momento, para asegurar el respeto de su voluntad, creencias y convicciones.
Durante el proceso, al familiar designado se le brindará apoyo y contención a cargo de especialistas en salud mental.
Hospitales
Los centros de salud, por su parte, deberán disponer de un equipo interdisciplinario conformado por profesionales médicos y no médicos. Además, deberán establecer quiénes serán los interlocutores del equipo que se comunicarán con las familias y la logística de acompañamiento presencial.
Aquella institución que cuente con equipos de cuidados paliativos, de soporte espiritual y duelo, podrán ser convocados para dar apoyo en esta situación.
Cada centro de salud deberá implementar el nuevo protocolo teniendo en cuenta las distintas características que pueden presentar las instalaciones, el personal de salud disponible, entre otros puntos clave.