subte

Eduardo de Montmollin aseguró que los manuales provenientes de Madrid, que recibieron al comprar los coches, lo indicaban.

Los manuales técnicos de los 36 coches CAF 5000 que Subterráneos de Buenos Aires (Sbase) le compró por 4,2 millones de euros al metro de Madrid para el subte B decían que tenían asbesto. Aún así, la operación se concretó, a pesar de que esa sustancia cancerígena está prohibida tanto en España como en la Argentina. Lo reconoció el propio presidente de Sbase, Eduardo de Montmollin, en un informe transmitido por CNN en Español. Aunque al mismo tiempo, aseguró que al decidir la operación asumieron que el metro madrileño había retirado ese material y que estaban en condiciones de poder vender los vagones.

En el informe muestran una copia del manual en que se lee con claridad que los vagones tiene dos planchas aislantes de amianto, también conocido como asbesto. Un material cancerígeno por el que ya enfermaron 11 trabajadores del subte B. Mientras tanto, 180 más están haciéndose análisis para ver si están afectados.

«Es cierto que hay documentación que dice eso pero no había manera de afirmar o validar si esto efectivamente era cierto o no», se excusa de Montmollin, en diálogo con la periodista Emilia Delfino. Y continúa: «La documentación técnica de un tren pueden llegar a ser unos manuales y carpetas así, y lo que dice es una letra chiquita en la página 473 del tomo cuatro del manual de descripción de partes. En teoría los técnicos de Sbase… no puedo garantizar que se hayan leído todas y cada una de las páginas de todos los manuales técnicos».

Lo cierto es que la información estaba ahí, por escrito, en los manuales, y el asbesto estaba en los CAF 5000. De Montmollin argumenta: «La posición conceptual es que asumimos que si en la documentación figuraba algo, el metro de Madrid había tomado ya partido o había tomado medidas, y que lo que nos estaban vendiendo ellos estaban en condiciones de poder venderlo».

Es decir que, según el presidente de Sbase, dieron por sentado que más allá de que los manuales señalaran la existencia de piezas con asbesto, Madrid debería haberlas retirado para poder vender los vagones. Es que el asbesto está prohibido en España desde 2002.

Era factible que coches de más de 35 años de antigüedad tuvieran asbesto, un material que fue ampliamente usado durante años como aislante térmico y acústico en materiales y construcciones. Pero aún así, como se destaca en el informe de CNN, Sbase no solicitó un certificado de origen que garantizara que los vagones no tenían materiales perjudiciales para la salud.

«Evidentemente, ese certificado no existió y de nuestro lado no hubo una exigencia de ese certificado», admite de Montmollin a cámara. «No fue un tema de discusión, estos trenes tienen asbesto, qué hiciste con el asbesto», agrega.

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