El presidente Javier Milei evitó referirse al escándalo por las presuntas coimas en el Gobierno, pero lanzó una advertencia en tono desafiante: “No me importa todo el daño que puedan hacerme de acá a las elecciones”.
El mandatario participó de la inauguración del nuevo edificio de Corporación América, donde estuvo acompañado por su hermana y secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, una de las funcionarias señaladas en los audios que originaron la polémica.
“El problema no es la falta de política, es la oposición que quiere romper todo”
Durante su discurso, Milei defendió su gestión, se mostró en clave electoral y cuestionó con dureza a la oposición. “Apuestan por romper el país, promoviendo leyes que buscan quebrar el equilibrio fiscal y aprobando barbaridades sin tener financiamiento”, aseguró.
En ese contexto, destacó la labor del jefe de Gabinete, Guillermo Francos: “Es el mejor de la historia. Es al que le toca lidiar con los orcos del Congreso, esos destituyentes que buscan romper con el programa económico”. Además, reveló que fue Francos quien lo incentivó a ingresar en la política: “Vio algo y no se equivocó, porque terminé siendo presidente”.
Sin mencionar de manera directa la causa judicial que involucra al ex titular de la ANDIS, Diego Spagnuolo, el Presidente sostuvo: “Lo que estamos lidiando en un año electoral era absolutamente previsible, porque esto es como el ajedrez: las negras también juegan. A este Gobierno no le falta política, el tema es que están los de enfrente que quieren romper todo, que es algo distinto”.
Críticas al kirchnerismo y mensaje al Congreso
En otro pasaje, Milei polarizó con la oposición y elevó el tono: “No les importan los argentinos de bien porque ellos son los argentinos del mal, los vividores que han destrozado este país”.
También defendió el rol del sector privado: “Si el sector privado es la locomotora que nos lleva al progreso, el sector público debe eliminar las malezas que entorpecen su camino, aunque el Congreso intente revertirlo”.
Antes de cerrar, redobló la apuesta con un mensaje directo a sus adversarios: “No me importa el daño que puedan hacer de acá al 7 de septiembre o hasta el 26 de octubre. Si di vuelta el déficit fiscal de 123 años en un mes, ¿piensan que me voy a preocupar por lo que me van a hacer durante dos meses?”.