En medio de una creciente tensión financiera, el Gobierno vuelve a salir al mercado para refinanciar vencimientos por aproximadamente $7 billones en manos de inversores privados. La operación se da pocos días después de la contundente victoria del peronismo en las elecciones de la provincia de Buenos Aires, en un contexto marcado por la escalada del dólar y un fuerte castigo a la deuda y acciones argentinas.

El llamado a licitación se realizó este lunes, con una estrategia clara desde la Secretaría de Finanzas: evitar instrumentos que venzan antes de las elecciones legislativas nacionales. “No llama la atención que se haya evitado ofrecer instrumentos de corto plazo que caigan en la ventana previa a las elecciones de octubre“, señalaron desde Portfolio Personal Inversiones (PPI).

Bonos con vencimientos más allá del calendario electoral

El menú de instrumentos ofrecido incluye varias letras capitalizables con vencimientos posteriores a los comicios: el 31 de octubre de 2025, el 10 de noviembre de 2025 y el 16 de enero de 2026. Además, se licitará una nueva letra ajustada por tasa Tamar, con vencimiento el 15 de diciembre de 2025.

En cuanto a los bonos, se reabrirá un título con ajuste por inflación (CER) y vencimiento el 31 de marzo de 2026, y dos opciones dólar linked, con vencimientos el 31 de octubre y el 15 de diciembre de 2025.

Desde Max Capital recordaron que la última modificación en el esquema de encajes bancarios generó mayores incentivos para que los bancos compren bonos con vencimientos a más de 60 días en licitaciones primarias. Sin embargo, en PPI advierten que podrían implementarse nuevos cambios regulatorios para reforzar esa tendencia. “Nuestra estimación se ubica en torno a un aumento de cinco puntos en el encaje total sobre depósitos”, indicaron, aunque hasta el momento no hubo ningún anuncio oficial en esa línea.

Qué puede pasar si no se renueva el 100%

En el escenario de que no se logre renovar el 100% del vencimiento, los analistas estiman que el Banco Central podría absorber los pesos excedentes a través de la ventana de pases pasivos, como ya ocurrió tras la última licitación de agosto. De hecho, según los últimos datos disponibles, más de $4 billones estaban colocados en ese instrumento el viernes pasado.

Desde Cohen coincidieron con ese análisis: “La oferta carece de instrumentos de muy corto plazo, al tiempo que la incertidumbre política podría limitar la captación de demanda en tramos más largos. En este escenario, el Tesoro podría apelar a nuevas subas de encajes para incentivar la demanda y, de no renovar el 100%, absorber el excedente de pesos vía la rueda de simultáneas en Byma (el repo entre el Banco Central y los bancos)”.

Cuánto pagará el Tesoro

Respecto a las tasas de interés, Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum, anticipó que probablemente se ubiquen “en torno al 4% efectivo mensual”, basándose en los rendimientos observados este martes en el mercado secundario. “Recuperaron bastante los títulos en pesos después de las bajas del lunes”, señaló.

Con este panorama, el Ministerio de Economía, encabezado por Luis Caputo y la Secretaría de Finanzas, a cargo de Pablo Quirno, intentan mantener la estabilidad financiera en un clima de creciente volatilidad y presión cambiaria, con la mira puesta en octubre.

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