Incluirá un régimen distintivo de remuneración, jornada laboral, licencias y vacaciones, cobertura frente a accidentes e indemnizaciones, entre otros aspectos.
El Gobierno enviará la semana que viene al Congreso un proyecto de regulación del trabajo en plataformas digitales de reparto de mercaderías – como Glovo, Rappi y Pedidos Ya-, considerado por los funcionarios el primero en el mundo de su tipo abarcativo de toda la actividad, que incluirá un régimen distintivo de remuneración, jornada laboral, licencias y vacaciones, cobertura frente a accidentes e indemnizaciones, entre otros aspectos. Se trata, como adelantó en exclusiva este diario el miércoles, de impulsar la creación de un nuevo estatuto laboral asimilable a otros como los que rigen el trabajo doméstico, el de la construcción o el empleo rural, y cuya base será la facultad de los repartidores de estructurar sus horarios.
Consagrará, además, el vínculo de relación de dependencia entre el repartidor y las empresas digitales.
El estatuto, pensado para regir la labor de entre 60 mil y 80 mil trabajadores de las aplicaciones PedidosYa, Glovo, Rappi y UberEats, fijará un desempeño máximo de 48 horas semanales y sueldos que serán calculados mediante un componente fijo, proporcional del salario mínimo, vital y móvil (SMVyM), y otro variable que dependerá del número de entregas, la distancia recorrida, el tiempo insumido y el lapso de espera. Por tratarse de una institución nueva con características distintivas estará por fuera de la ley de Contrato de Trabajo.
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, comenzó esta semana una ronda de consultas con la CGT de Héctor Daer , la CTA de los Trabajadores y los gremios directamente involucrados en el trabajo mediante plataformas, y la próxima enviará un borrador del proyecto a las comisiones relacionadas de la Cámara de Diputados y del Senado. También organizará una jornada de debate con los académicos del derecho laboral para poner a consideración el texto, que optó como línea ideológica por nominar como “trabajador en relación de dependencia” a los repartidores, por ahora sindicados por las plataformas como virtuales asociados y obligados a inscribirse en el Monotributo para operar.
Para el equipo que trabajó en el proyecto por encargo de Moroni, integrado por los abogados laboralistas Eduardo Álvarez (exfiscal general ante la Cámara del Trabajo), Pablo Topet y Alejandro Ferrari,el eje estructural fue la libertad de disposición horaria por parte de los ciclistas o motoqueros de las compañías. Se trata, explicaron, de garantizar la soberanía sobre el uso del tiempo y el derecho de “loguearse” y “desloguearse” de las aplicaciones según su conveniencia.