El proyecto de ley de presupuesto 2020 para la Ciudad presenta un presupuesto financieramente equilibrado, con superávit económico y primario.

El gobierno porteño enviará a la Legislatura el Presupuesto 2020 que prevé déficit cero, 51% de fondos a áreas sociales (Educación, Salud, Desarrollo Social, Vivienda y Cultura) y una nueva metodología de medición del ABL que a partir del próximo año la variación se medirá en relación a la inflación.

El proyecto de ley de presupuesto 2020 para la Ciudad presenta un presupuesto financieramente equilibrado, con superávit económico y primario, formulado con las mismas variables macroeconómicas proyectadas por el Gobierno nacional: una variación de la actividad económica de 1%, un tipo de cambio promedio de $ 67,1 y un nivel de inflación de 34%.

Según datos oficiales el monto estimado es de $ 480.833 millones. Los ingresos y gastos corrientes proyectados para el ejercicio 2020 muestran un Resultado Económico Primario de $ 112.950 millones, en tanto que el Resultado Primario (recursos totales menos gastos totales sin contabilizar los intereses de la deuda) se estima superavitario en $ 38.043 millones.

Los ingresos tributarios para dicho período se calculan en $ 444.429 millones: por un lado, la recaudación por «ingresos tributarios propios» se estima en $318.174 millones, mientras que por otro los recursos provenientes de la Coparticipación Federal de Impuestos se estiman en $126.254 millones. Se trata de un incremento del 28,4% respecto a 2019.

El Gobierno porteño modificará la metodología para calcular el impuesto inmobiliario. En lugar de calcularlo con la inflación pasada (que fue del 52% interanual), para el año 2020 la actualización de este impuesto estará en línea con la inflación del año próximo.

“Dicho cálculo se realizará mensualmente y de manera progresiva”, se explicó oficialmente. Los vecinos que paguen el impuesto anual por adelantado tendrán un ajuste de sólo el 15%, pago que conllevará un efecto cancelatorio total.

Aquellos contribuyentes que sean buenos cumplidores pagarán en enero 2020 un 6,6% menos que en diciembre 2019. Este beneficio responde a que esta categoría obtiene una quita anual del 10%. En cambio, aquellos que no figuren en la categoría de buenos cumplidores, recibirán en enero 2020 un aumento del 3,4% con respecto a diciembre 2019.