Se estima que el valor de un arma arranca en los $ 10.000. Una Bersa Thunder 32 vale $ 10.900 en tiendas de caza. Una Glock 9 milímetros usada cotiza $ 29.000. Un fusil de última generación puede llegar a costar más de $ 500.000. En el mercado ilegal la herramienta robada a un policía se paga unos $ 25.000. En Mercado Libre una Taser de electroshock modelo FBQ2002-A se oferta por $ 5.695 y cada cartucho a $ 2.050.
En las especificaciones se aclara que las pistolas eléctricas deben “disparar dos dardos, con posibilidad de interrupción de la descarga eléctrica automáticamente después de cinco segundos del disparo o en cualquier momento a través de la acción del operador”.
Además, las armas deben poseer cuerpo en polímero resistente a impactos y dieléctrica; aparato de puntería fijos de tres puntos; masa y alza de mira; puntería láser, linterna LED, un gatillo con acción progresiva y visor de OLED que indique cuando el dispositivo está en funcionamiento aplicando carga eléctrica.