El riesgo país argentino cayó este lunes a 596 puntos básicos, perforando por primera vez en diez meses la barrera de los 600 y marcando su nivel más bajo desde enero de 2025. El indicador elaborado por JP Morgan retrocedió 40 puntos respecto del viernes y acumula una baja de 9,3% en lo que va de noviembre, impulsado por el optimismo de los mercados financieros.
Según analistas, el repunte de los bonos y la mejora en las expectativas se explican por la posibilidad de acceder a financiamiento internacional a través de un préstamo de bancos de Wall Street y la colocación de nueva deuda en el exterior, además del anuncio de recompra de bonos por parte del Gobierno.
El indicador de JP Morgan refleja el nivel de confianza de los inversores respecto de la capacidad de pago del país. Para encontrar una cifra similar, hay que remontarse al 14 de enero, cuando el riesgo país se ubicó en 580 puntos básicos.
Desde el triunfo oficialista en las elecciones legislativas, el riesgo país se redujo a la mitad, lo que permitió abrir la ventana de financiamiento externo a tasas más bajas.
En este contexto, los bonos argentinos en el exterior comenzaron la semana con alzas de hasta 2%, mientras que las acciones que cotizan en Wall Street operaban mixtas en el premarket, con subas de hasta 3,7% y caídas de hasta 3,9%.
El ministro de Economía, Luis Caputo, ratificó que el Ejecutivo mantendrá el esquema de bandas cambiarias, a pesar de los pedidos del mercado para una mayor flexibilidad. “Seguirán las bandas cambiarias”, reiteró el funcionario, al tiempo que confirmó el plan de recompra de deuda soberana y la acumulación de reservas internacionales, medidas que buscan consolidar la estabilidad cambiaria.
El techo de la banda cambiaria se ubica actualmente en $1500,99 por dólar, un nivel que —según advierten analistas— podría dificultar el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas pactada con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para alcanzar ese objetivo, el Banco Central debería sumar US$9000 millones antes de fin de año.
