Con el impulso del resultado electoral, el Gobierno volvió a poner en agenda la reforma laboral y se prepara para enviar al Congreso un proyecto de ley que promete abrir un intenso debate político y sindical. La iniciativa tomará como base la propuesta presentada por la diputada libertaria Romina Diez, sumará artículos discutidos en el Consejo de Mayo y será tratada primero en la Cámara de Diputados.

Diez señaló en los fundamentos que la propuesta “tiene por objeto promover las inversiones y el empleo a través de medidas de incentivo que están en línea con el sendero marcado por la Ley Bases”. El proyecto busca actualizar las condiciones que regulan la relación entre empleador y empleado, fomentar la contratación formal y adecuar la legislación laboral y agraria a las nuevas dinámicas del mercado.

Bonos fiscales y empalme con programas de empleo

La iniciativa plantea la creación de bonos de crédito fiscal y el empalme entre programas sociales y trabajo registrado para las nuevas contrataciones. Estos beneficios estarán sujetos al cumplimiento de ciertos requisitos y a los límites económicos establecidos en la normativa.

La propuesta, acompañada por los diputados Lorena Villaverde, Gabriel Bornoroni y Lilia Lemoine, apunta a generar el dinamismo que “exige el mercado actual”.

El rol del Consejo de Mayo

El texto definitivo será elaborado en el Consejo de Mayo, encabezado por el jefe de Gabinete Guillermo Francos, junto con representantes de las provincias, empresarios, trabajadores y legisladores. Las reformas acordadas allí llegarán al Congreso a partir del 15 de diciembre, según adelantó el secretario de Desregulación, Alejandro Cacace, durante la defensa del Presupuesto 2026.

El secretario de Empleo, Julio Cordero, también anticipó algunos lineamientos de la reforma, al afirmar que “la producción y el trabajo requieren un sector privado fuerte y protegido jurídicamente, porque cuando el sector privado se retrae, genera pobreza y desesperanza”.

Paritarias por empresa y salario por productividad

Según pudo saber TN, el proyecto impulsará un régimen de paritarias por empresa y un salario dinámico basado en mérito o productividad. Actualmente, los convenios por actividad prevalecen sobre los convenios por empresa, pero la iniciativa busca dar prioridad a los acuerdos individuales o empresariales, adaptados a la realidad de cada sector y región.

El objetivo es que estos convenios sean más flexibles y que contemplen la sostenibilidad económica de las empresas, uno de los principios promovidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

De la indexación a la productividad

Uno de los cambios más significativos será el reemplazo del modelo de negociación salarial basada en la inflación por un esquema vinculado al desempeño y la eficiencia. “El incremento salarial dinámico propone que el salario básico se complemente con componentes variables asociados a la productividad y los resultados”, explicaron fuentes del oficialismo.

El propósito, señalan, es “reconocer el mérito sin comprometer la sostenibilidad empresarial” y eliminar rigideces que frenan la creación de empleo.

Modernización y digitalización

El texto incluirá además medidas para simplificar procesos administrativos, digitalizar el registro laboral y permitir la libertad contractual para pactar salarios en distintas monedas. También se incorporará la figura del banco de horas, que permitirá compensar las jornadas laborales de forma más flexible.

En conjunto, la Casa Rosada busca que la reforma laboral se convierta en un nuevo marco legal más ágil, moderno y adaptable, que promueva la formalización del trabajo y acompañe los cambios del mundo productivo actual.

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