Las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, que se celebrarán este domingo, aparecen como un punto de inflexión no solo en el mapa político bonaerense sino también en el escenario nacional. Aunque se trata de una votación provincial, la campaña estuvo atravesada por la disputa entre el gobernador Axel Kicillof y el presidente Javier Milei, lo que nacionalizó inevitablemente la contienda.
Para el mandatario bonaerense, el desafío es doble: sostener el control legislativo en la provincia y consolidarse como el principal referente opositor a Milei. La apuesta implica riesgos, ya que en estas elecciones se ponen en juego bancas clave en la Legislatura bonaerense, al mismo tiempo que se mide su capacidad para ordenar a un peronismo que atraviesa tensiones internas y cuya unidad, alcanzada con dificultad, se mantiene frágil.
La estrategia de Kicillof y la unidad en tensión
En la previa de los comicios, desde la Gobernación conviven dos lecturas: la prudencia de cara a un resultado incierto y la necesidad de mostrar cohesión dentro de la coalición peronista. “Empezamos con que nos ganaban por 15 y ahora estamos en un empate técnico, según los libertarios”, confió un dirigente del oficialismo provincial. Sin embargo, otros referentes se muestran más cautos y advierten que “una buena elección sería perder por 2 o 3 puntos”.
El camino hacia la lista de unidad no fue sencillo. La interna atravesó momentos de fuerte confrontación, pero finalmente el peronismo bonaerense consiguió unificar candidaturas. El Frente Renovador, conducido por Sergio Massa, jugó un papel central en ese cierre, lo que Kicillof reconoció públicamente en los últimos actos de campaña.
El punto de incertidumbre sigue siendo la participación del kirchnerismo más duro. Máximo Kirchner, figura clave de La Cámpora, no confirmó si estará en el búnker oficial de La Plata. En los municipios gobernados por intendentes K también reina la duda. “Creo que van a estar cada uno en su municipio hasta contar el último voto. La lógica será más municipal”, admitió un dirigente cercano al espacio.
Campaña provincializada frente a la nacionalización libertaria
Mientras que el oficialismo bonaerense buscó “provincializar” la campaña, insistiendo en la defensa del desdoblamiento electoral y en problemáticas ligadas a las distintas secciones, La Libertad Avanza apostó por nacionalizar la elección con un acto central encabezado por Milei en Moreno.
El peronismo, en cambio, optó por múltiples cierres más pequeños, evitando un gran evento de aparato. “Entendemos que no hay clima social para un acto masivo”, explicaron desde el entorno del Gobernador. En esa línea, Kicillof recorrió municipios clave de la Primera y la Tercera Sección electoral, acompañado por figuras como Gabriel Katopodis y Verónica Magario, mientras también cerró actividades en distritos del conurbano sur y en La Plata.
Expectativas en la noche electoral
El domingo por la noche, la atención se concentrará en la sede oficial de Fuerza Patria en La Plata, donde Kicillof y su equipo seguirán el escrutinio. Si bien desde el entorno del Gobernador aseguran que “están invitados todos los sectores”, reconocen que la asistencia de intendentes y dirigentes nacionales es incierta, dado que la dinámica electoral empuja a muchos a esperar los resultados desde sus propios distritos.
Lo que está en juego trasciende a la provincia: un buen desempeño de Kicillof podría fortalecerlo como líder de la oposición nacional y referencia inevitable dentro del peronismo. Por el contrario, un resultado adverso reavivaría las tensiones internas y abriría interrogantes sobre la conducción del espacio en el futuro inmediato.