El violento episodio ocurrido en Avellaneda durante el encuentro por la Copa Sudamericana entre Independiente y Universidad de Chile dejó como saldo una sanción ejemplar para los simpatizantes involucrados. La Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide), organismo encargado de la seguridad en espectáculos deportivos de la provincia de Buenos Aires, resolvió aplicar fuertes restricciones tanto a los hinchas visitantes como a un grupo de simpatizantes locales.
De acuerdo con lo informado oficialmente, los hinchas de Universidad de Chile tendrán prohibido asistir a cualquier partido que se dispute en la provincia de Buenos Aires hasta finales de 2027. Esta sanción colectiva busca evitar nuevos episodios de violencia y responde a los serios disturbios protagonizados en el estadio de Independiente el pasado 20 de agosto.
Entre los hechos más graves que se registraron, se detalló que los simpatizantes chilenos incendiaron butacas, arrojaron objetos desde la platea superior hacia la inferior y manipularon elementos contundentes, como palos y varillas metálicas. Según Aprevide, estos objetos habrían sido obtenidos mediante la destrucción de distintas instalaciones del estadio, como puestos de comida y sanitarios, generando un alto riesgo para la seguridad de los presentes y un clima de hostilidad entre las parcialidades.
La sanción también alcanzó a hinchas del club local. Unos 40 simpatizantes de Independiente que participaron en los enfrentamientos fueron identificados y, de manera preventiva, tampoco podrán ingresar a los estadios de la provincia hasta que la Justicia se expida sobre su responsabilidad en los incidentes. En el comunicado, el organismo provincial señaló que estos hinchas del Rojo agredieron violentamente a un grupo de seguidores chilenos que permanecían en la tribuna visitante, poniendo en grave riesgo su vida e integridad física.
Los informes de seguridad revelaron además que, tras el inicio de las agresiones por parte de la parcialidad visitante, varios simpatizantes locales se movilizaron desde las tribunas Santoro y Pavoni hacia el sector de la Sur Alta, donde estaba ubicada la hinchada de la U de Chile, lo que obligó a reforzar el operativo policial para impedir un enfrentamiento mayor.
De esta forma, tanto la sanción colectiva impuesta a la parcialidad chilena como las medidas preventivas contra los simpatizantes de Independiente marcan un antecedente fuerte en la lucha contra la violencia en el fútbol. Aprevide adelantó que continúa trabajando en la identificación individual de quienes protagonizaron los disturbios, con el objetivo de aplicar sanciones más específicas y efectivas.