La cifra de fallecidos por el uso de fentanilo contaminado continúa en aumento y ya supera las 90 víctimas, mientras la Justicia analiza si existen casos no registrados. La crisis sanitaria, que se originó a partir de un lote sospechoso, derivó en una investigación que también apunta a la actuación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y al posible desvío de la sustancia al narcotráfico.

Este martes se confirmaron nuevos casos: tres en Formosa, uno en Córdoba, siete en Santa Fe y nueve en Bahía Blanca. Las autoridades sanitarias informaron que actualmente no circulan ampollas contaminadas, ya que todos los lotes involucrados fueron recuperados.

La fiscalía interviniente revisará los últimos cinco años de actuación de la ANMAT y ordenó una pericia clave en la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata, donde se abrirá una ampolla de fentanilo no contaminado para analizar su composición y rastrear posibles pistas sobre su circuito.

Hasta el momento, no hay procesados en la causa, aunque sí 24 personas imputadas. Durante distintos allanamientos se secuestraron elementos de interés para la investigación, que busca descartar que la contaminación se haya producido por impericia.

La investigación se remonta a marzo, cuando el Ministerio de Seguridad inspeccionó los laboratorios señalados. En ese procedimiento se detectaron cinco kilos de fentanilo: cuatro kilos y medio en HLB Pharma y medio kilo en Laboratorios Ramallo. Según los registros, otros cuatro kilos ya habían sido utilizados en la producción de ampollas para hospitales.

Los dueños de los laboratorios tienen prohibida la salida del país y aseguran que se trató de un sabotaje, apuntando incluso a un exdiputado provincial, Andrés Quinteros, a quien acusan de intentar robar ampollas para su venta en el mercado negro. Una línea de investigación busca determinar si parte de la producción de HLB y Ramallo se destinó efectivamente a ese circuito ilegal.

En mayo, el municipio de San Isidro rechazó el pedido de habilitación del laboratorio HLB y presentó una denuncia por falsificación de documentos contra la empresa.

El allanamiento reveló otro hecho llamativo: los cinco kilos de fentanilo que figuraban en stock habían desaparecido. La empresa argumentó que fueron desechados por estar vencidos, presentando un acta notarial como respaldo, aunque la Justicia no descarta otras hipótesis.

En declaraciones a La Nación, Ariel García Furfaro, dueño de HLB Pharma, afirmó: “Primero quiero que la gente sepa que el fentanilo no tiene nada que ver con las muertes. Si realmente las ampollas tienen esa contaminación, alguien la puso”.

“El único lote que está con este problema es el 31.202. Se hicieron cinco lotes seguidos, casi un millón de ampollas (o 900.000), cinco o seis lotes en total. El único lote que tiene este problema es el 31.202, que dicen que algunas ampollas están contaminadas y otras no. Es rarísimo, porque hicieron todos los lotes juntos”, señaló.

Asimismo, sostuvo que el retiro del producto fue una decisión de la empresa y no de la autoridad sanitaria: “Nosotros lo sacamos del mercado. No lo sacó la Anmat, lo sacamos nosotros; están los mails mandados que lo demuestran. Y no solo eso: al otro día que sacamos el lote empezó a circular en los diarios ‘muerte, muerte, muerte’. No había ningún estudio, no había nada. El día 8 no había muerte, no había nada”.

“Nosotros queremos saber qué pasó, porque si hubo contaminación hay que demostrarlo y si no la hubo, también. Es un caso muy fuerte”, concluyó.

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