Se acaba el tiempo para que los cinco diplomáticos argentinos que están en Caracas tengan que abandonar Venezuela y crece la incertidumbre sobre el futuro de los seis asilados venezolanos que desde abril se encuentran en la residencia oficial del embajador.
Luego del triunfo de Nicolás Maduro el último domingo, el Gobierno nacional abrió distintas líneas de negociación para buscar una solución y una salida segura para los seis asesores de María Corina Machado que tuvieron que resguardarse en la representación argentina para no ser detenidos.
Distintas opciones se empezaron a barajar desde Casa Rosada, centralizadas en Cancillería, incluían un último pedido para que el chavismo otorgue un salvoconducto, el traslado de los opositores a otra representación americana o, inclusive, buscar la forma de que pudieran evacuarse de Venezuela junto a los diplomáticos argentinos. Ninguna de esas avanzó.
A esta hora la opción que más fuerza está tomando es la de cooperar con alguna potencia europea que tenga representación diplomática en Caracas. El costo político que debiera pagar otro país americano –por ejemplo, Brasil- al recibir a líderes opositores al chavismo, es muy alto.