Resultó uno de los sectores más afectados por la pandemia.
En la ciudad de Buenos Aires, abrieron sus puertas finalmente este miércoles luego de cuatro meses tras la instauración el 20 de marzo pasado del aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Tampoco podrán ofrecer café o revistas a sus clientas que solo podrán acceder con turno mientras que nadie podrá permanecer dentro de los locales mientras esperan ser atendidos.
El protocolo incluye también a las actividades de manicuría, pedicuría y depilación.
También volvieron a atender este miércoles psicólogos, psicopedagogos, terapistas ocupacionales, kinesiólogos que trabajan con trastornos del neurodesarrollo y para la tercera edad y fonoaudiólogos que trabajan con trastorno del espectro autista (TEA).
Como parte del esquema de apertura de actividades, el próximo lunes reabrirán los comercios de cercanía en avenidas de alta circulación, que incluyen los rubros de indumentaria y calzado con DNI según el día.
Sin embargo, aún no abrirán sus puertas los Centros de Trasbordo como Liniers, Retiro y Constitución, ni los negocios de la calle Avellaneda ni los ubicados en la zona de Once.