El encuentro tuvo lugar en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI). El tema tarifas eléctricas fue el eje.
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador electo de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, tuvieron su primer encuentro cara a cara en el marco de la transición del territorio bonaerense.
Se encontraron en la sede del Consejo Federal de Inversiones (CFI) para analizar los temas en común entre la provincia y la Ciudad. La cuestión de las tarifas eléctricas fue el eje de su primer mano a mano.
Según consignó Página 12, Kicillof le planteó a Larreta –tal como hizo antes con la gobernadora saliente María Eugenia Vidal—“la revisión de los cuadros tarifarios” del servicio de energía eléctrica y “la necesidad de rever los aumentos”. Quedaron en “analizarlo con los equipos técnicos” de sus distritos.
Desde ambos espacios calificaron la reunión como “cordial”. Los dos llegaron con un pequeño grupo de colaboradores, pero definieron el encuentro como “mano a mano”.
Desde los colaboradores de Kicillof, afirmaron a PáginaI12 que el gobernador electo le planteó a Larreta una de sus principales preocupaciones: la revisión de los cuadros tarifarios del servicio domiciliario de energía eléctrica, que quedó en manos de las jurisdicciones de la provincia y la Ciudad luego del traspaso de las operadoras del servicio eléctrico Edenor y Edesur (que operan en CABA y el conurbano bonaerense), que decidió el Gobierno de Mauricio Macri a fines de septiembre de este año. Se trata del mismo planteo que Kicillof le hizo a Vidal.
En el gobierno de la Ciudad hablaron de un temario más extenso: “la Red de Salud AMBA y la implementación de la historia clínica electrónica; el funcionamiento del Anillo Digital de Seguridad, y la coordinación entre las instituciones integradas por los dos gobiernos”, entre otros temas.
«Apuntamos a tener una relación productiva, que nos permita avanzar en decisiones necesarias. Si nos estancamos en un debate ideológico perdemos todos», señalaron cerca de Kicillof. El gobernador electo había sido mucho más duro con María Eugenia Vidal cuando denunció que que la provincia que heredará es «tierra arrasada».
Rodríguez Larreta, en tanto, acostumbrado a tener de interlocutora a su amiga Vidal, -una funcionaria que, además, es su principal aliada política en el mundo Pro- ahora deberá sostener el equilibrio con el gobernador electo por el kirchnerismo.
«Encaramos este vínculo con optimismo y una actitud constructiva. Ahora toca gobernar, no ganar elecciones. La disputa política tiene que quedar de lado porque tenemos la obligación de responderle a la gente», señalaron en el equipo de Rodríguez Larreta.