La contundente derrota de Javier Milei en las elecciones legislativas bonaerenses tuvo un fuerte impacto inmediato en los mercados. Este lunes, el dólar oficial abrió en $1390 para la compra y $1450 para la venta en el Banco Nación, marcando un salto de $70 respecto al cierre anterior. La suba había comenzado a anticiparse en las primeras horas de la mañana, cuando varias entidades privadas ya ofrecían la divisa a esos valores.
La reacción negativa no se limitó al mercado cambiario. En Wall Street, las acciones argentinas caen en promedio un 22%, con los bancos entre los más castigados: Grupo Galicia pierde 21,56%, BBVA retrocede 20,92% y Banco Supervielle baja 20,47%. El derrumbe comenzó en el premarket, donde los ADR argentinos llegaron a registrar descensos de hasta 17% antes de la apertura formal.
Bonos y riesgo país en retroceso
La incertidumbre también golpea a la deuda soberana. Los bonos argentinos en dólares caen hasta un 12%, arrastrando al riesgo país, que se ubica en 901 puntos básicos, su mayor nivel en semanas. En paralelo, el dólar cripto se negocia a $1454, lo que refleja la presión sobre los distintos tipos de cambio.
En el mercado paralelo, el dólar blue se disparó a $1395, mientras que en el segmento mayorista la divisa alcanzó los $1450. Entre los financieros, el MEP opera en $1440 y el contado con liquidación (CCL) en $1441, lo que confirma la tensión generalizada.
El trasfondo político
La reacción del mercado se da en el marco de la derrota electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires, donde Fuerza Patria se impuso con más de 13 puntos de diferencia sobre La Libertad Avanza. El resultado sorprendió al Gobierno y generó dudas sobre la capacidad de Javier Milei para sostener su programa económico en un escenario legislativo más adverso.
El mensaje de las urnas se traduce en un nuevo frente de incertidumbre: después de semanas de presión cambiaria y de intervenciones oficiales para contener la cotización, los operadores anticipan mayor volatilidad. Economistas y analistas coinciden en que el resultado electoral refuerza las tensiones sobre el programa económico y obliga al Ejecutivo a recalibrar su estrategia para lo que resta del año.
En los próximos días, la atención estará puesta en cómo reacciona el Banco Central frente a la escalada cambiaria y en cuáles serán las definiciones del equipo económico para enviar señales de estabilidad a los mercados internacionales.