El gobernador Axel Kicillof logró un triunfo histórico en las elecciones legislativas bonaerenses, con una diferencia de casi 14 puntos sobre La Libertad Avanza, y se posiciona no solo como el conductor indiscutido del peronismo provincial, sino también como el principal referente opositor al presidente Javier Milei.
La contundencia del resultado lo coloca en un lugar de privilegio hacia el futuro: fortalece su poder en la provincia, gana peso dentro de la interna justicialista y abre el camino hacia una eventual candidatura presidencial en 2027.
Una apuesta arriesgada que salió bien
El mandatario bonaerense apostó a desdoblar la elección provincial de la nacional, una decisión resistida en su momento por sectores del kirchnerismo y discutida puertas adentro del peronismo. El triunfo validó la estrategia y permitió que el oficialismo local no se viera arrastrado por la crisis del gobierno nacional.
En el bunker de Fuerza Patria en La Plata el clima de optimismo se instaló desde temprano. Con el correr de las horas, los cortes provisorios y las bocas de urna confirmaban lo que luego se haría oficial: el peronismo había ganado en seis de las ocho secciones electorales y en 99 de los 135 municipios, con especial fortaleza en la Tercera y Primera Sección, es decir, el conurbano bonaerense.
La unidad como factor determinante
Uno de los puntos centrales de la elección fue la unidad alcanzada en el cierre de listas, que hasta último momento estuvo en riesgo. Allí jugó un rol decisivo Sergio Massa, quien ofició como mediador y garantizó la conformación de una nómina única.
El resultado se reflejó también en la puesta en escena: durante el día, tanto en las conferencias preliminares como en el escenario de festejo, el protagonismo estuvo repartido entre funcionarios de Kicillof y referentes del Frente Renovador, mientras que el kirchnerismo apareció relegado a un segundo plano.
El peso de los intendentes y la territorialización
La elección bonaerense dejó en evidencia la importancia de los intendentes peronistas, que fueron determinantes en la tracción de votos para sostener los concejos deliberantes y robustecer el caudal del oficialismo.
“El mensaje fue contundente: la unidad y la territorialidad marcaron la diferencia”, confiaron en el entorno del gobernador, donde ya anticipan que Kicillof se sumará de lleno a la campaña nacional con un claro objetivo: “darle un golpe de efecto a Milei”.
Un resultado que reconfigura el escenario legislativo
En términos institucionales, el peronismo obtuvo 39 bancas en la Cámara de Diputados bonaerense frente a las 26 de LLA. En el Senado provincial, la diferencia también fue significativa: 24 senadores contra 11. “Hace 30 años que no se ganaba una legislativa”, subrayó el propio Kicillof en su discurso.
El gobernador buscó capitalizar el triunfo pero también dar un mensaje hacia el interior del PJ: “Para ganarle a Milei vamos a tener que ser muchos más de los que somos hoy. No alcanza con los que estamos”, advirtió, en una clara señal de que su mirada apunta a la construcción de un frente más amplio de cara al futuro.
Repercusiones y voces del peronismo
La contundencia de la victoria generó múltiples reacciones en el arco peronista. La diputada Agustina Propato habló de una elección que superó las expectativas: “El pueblo entendió y nos devolvió la confianza”. Por su parte, Leopoldo Moreau destacó que “estalló la indignación de la gente, con una clase media casi extinta”, aunque remarcó que la responsabilidad de la crisis “sigue siendo del gobierno nacional”.
El intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, fue más directo en clave de futuro: “Ahora todos a la nacional. Es con Axel en 2027”. En tanto, Victoria Tolosa Paz celebró la unidad de Fuerza Patria y la consolidación de la coalición para los próximos desafíos.
Massa adentro, La Cámpora afuera
La foto final del festejo en La Plata dejó en claro el nuevo orden de poder en el peronismo bonaerense. A los costados de Kicillof se ubicaron Verónica Magario, Carlos Bianco y Andrés Larroque, parte de su círculo íntimo. Luego, Massa y los suyos, junto a intendentes del conurbano.
Los referentes de La Cámpora, en cambio, quedaron en segundo plano: Wado de Pedro y Mayra Mendoza estuvieron presentes pero lejos del centro de la escena. El contraste fue notorio y confirma que el gobernador bonaerense busca proyectarse como la cara visible de la renovación peronista, más allá de las viejas estructuras internas.
Proyección hacia 2027
Con la contundente victoria bonaerense, Kicillof se proyecta como el dirigente mejor posicionado para encabezar la oposición al gobierno de Milei y, eventualmente, ser candidato presidencial en 2027.
El desafío inmediato será trasladar la unidad provincial al escenario nacional y mantener la cohesión interna en un peronismo que, tras años de tensiones, encontró en la figura del gobernador un punto de referencia claro.
“El desafío es replicar esto en octubre y después proyectarlo a nivel nacional”, reconoció el exministro Nicolás Trotta. En esa línea, el triunfo bonaerense se lee tanto como una ratificación de liderazgo interno como un mensaje hacia el gobierno nacional: el peronismo vuelve a mostrar músculo político y territorial.