Mientras se acerca la elección legislativa, el Gobierno ya piensa en el día después de los comicios. En la Casa Rosada se trabaja en una nueva etapa de gestión que, según adelantaron fuentes oficiales, estará centrada en la búsqueda de consensos y acuerdos políticos con los gobernadores.
La idea es convocar a una reunión con los mandatarios provinciales aliados en noviembre, en lo que sería una reedición del Pacto de Mayo, con el objetivo de establecer una hoja de ruta común para los próximos dos años.
“Vamos a definir una hoja de ruta y acordar con todos los que se pueda acordar”, señaló a Infobae un integrante del círculo íntimo del presidente Javier Milei.
Una nueva etapa con foco en el diálogo
Con una nueva composición del Congreso Nacional, el Ejecutivo busca garantizar apoyos legislativos para avanzar con las reformas de segunda generación que impulsa Milei. La estrategia, coincidieron distintos sectores libertarios, fue recomendada también por el asesor republicano Barry Bennet al estratega presidencial Santiago Caputo.
El Presidente planea anticipar ese mensaje de apertura durante el discurso que pronunciará el domingo por la noche en el Hotel Libertador, búnker de La Libertad Avanza. Según allegados al equipo de comunicación, se tratará de un mensaje “en clave dialoguista”, con un llamado a la unidad nacional.
Gobernadores en la mira del diálogo
Desde el entorno presidencial confirmaron que Milei planea retomar contacto con los integrantes del bloque Provincias Unidas, y ampliar la convocatoria a mandatarios como Rolando Figueroa (Neuquén), Raúl Jalil (Catamarca), Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Gustavo Sáenz (Salta).
Además, se descuenta la continuidad de la buena relación con los gobernadores Alfredo Cornejo (Mendoza), Leandro Zdero (Chaco) y Rogelio Frigerio (Entre Ríos), los tres con los que el oficialismo logró presentarse en alianza electoral.
“Está previsto que suceda. Tenemos que definir una hoja de ruta común y ver cómo promover los intereses locales”, explicó un funcionario sobre el encuentro.
Ordenar la interlocución
Uno de los desafíos centrales será reorganizar los canales de comunicación con las provincias, que durante el último año se multiplicaron y generaron confusiones. Hasta ahora, los gobernadores se dividían entre distintos interlocutores: el armador Eduardo “Lule” Menem, el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el ministro del Interior Lisandro Catalán, y el asesor Santiago Caputo.
“El propio Presidente detectó ese teléfono descompuesto y entendió el reclamo de los gobernadores que pedían más atención”, admitió una fuente de la Casa Rosada.
En esta nueva etapa, el objetivo es designar una única voz oficial que centralice la relación con las provincias y evite tensiones internas.
Macri pidió ampliar la base de apoyo
El expresidente Mauricio Macri, uno de los principales socios políticos de La Libertad Avanza, también reclamó que el Gobierno “construya una nueva mayoría” en el Congreso que le permita impulsar las reformas estructurales.
El planteo fue bien recibido por Guillermo Francos, quien ofició de puente para recomponer el vínculo entre Macri y Milei, e incluso organizó encuentros en la quinta de Olivos.
El pedido también encontró respaldo en Santiago Caputo, que ve con buenos ojos la posibilidad de consolidar un interbloque con el PRO en la Cámara de Diputados.
“Para el tercer año no necesitamos vetos sino votos, porque las reformas son fundamentales”, resumió un funcionario libertario, en la previa de una elección clave para el equilibrio del Congreso.
Una segunda etapa con más política
En Balcarce 50 coinciden en que, tras un año y medio de gestión, el gobierno de Milei necesita ampliar su base de sustentación política. El llamado a los gobernadores y el acercamiento al PRO aparecen como los primeros pasos de una estrategia que busca transformar la agenda económica en una agenda de consensos.
“Los gobernadores quieren que alguien los convoque. La mesa para un acuerdo de gobernabilidad sigue servida”, sintetizó un funcionario oficial.













