El Gobierno argentino confirmó que está dispuesto a utilizar el swap de monedas con Estados Unidos, por hasta USD 20.000 millones, para garantizar los pagos de la deuda externa durante 2026, en caso de no poder acceder a nuevo financiamiento.
El presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, aseguraron que el objetivo es despejar el “fantasma del default” y dar certidumbre a los mercados. El acuerdo, oficializado por el secretario del Tesoro estadounidense Scott Bessent, será ratificado esta semana durante el encuentro entre Milei y Donald Trump en la Casa Blanca.
Según la consultora Eco Go, los compromisos en moneda extranjera para el próximo año ascienden a USD 18.182 millones, entre capital e intereses, aunque las necesidades totales superan los USD 29.000 millones si se suman vencimientos del Banco Central, provincias y empresas.
Caputo explicó que en enero deberán pagarse USD 4.200 millones en bonos, y que si no hay refinanciamiento, “podríamos solicitar esos fondos a Estados Unidos a través del swap y garantizar el pago de los cupones de enero y julio”. El mecanismo se estructurará entre el Tesoro norteamericano y el Banco Central, con la compra de divisas por parte del Gobierno argentino.
Milei remarcó que el país “es solvente y alcanzó el equilibrio fiscal”, y destacó que el apoyo de Washington elimina el riesgo de incumplimiento.
Sin embargo, la consultora Analytica advirtió que las metas de financiamiento son difíciles de cumplir en un contexto de alto riesgo país, mientras que ConoSur Inversiones sostuvo que el swap puede brindar alivio temporal, pero que la baja del riesgo solo será sostenible con mayor estabilidad política y reformas estructurales.
El equipo económico confía en que el respaldo de EE.UU. ayudará a mejorar las condiciones financieras. No obstante, analistas como Emilio Botto (Mills Capital Group) alertan que, si el swap debiera usarse efectivamente para cubrir vencimientos, el riesgo país podría volver a subir hasta los 1.600 puntos.