La tensión dentro del gobierno libertario se profundiza tras la última sesión del Senado, en la que se aprobaron leyes clave impulsadas por la oposición. La vicepresidenta Victoria Villarruel, quien presidió la jornada legislativa, fue blanco de críticas por parte de figuras centrales del oficialismo, entre ellas, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el propio presidente Javier Milei.
Durante un acto realizado en Tres de Febrero, Bullrich cuestionó con dureza la decisión de Villarruel de mantenerse al frente del debate:
“La vicepresidenta tenía que haberse puesto a la cabeza de decir ‘no voy a estar frente a una sesión que no es correcta, no es legal, no es legítimo, porque no estaba convocada’. Que se ponga del lado de la gente, no de los senadores kirchneristas que querían ver al presidente subiéndose a un helicóptero”, lanzó.
Y agregó:
“Si imprimimos de nuevo billetes, toda la plata que le va a entrar a alguien por este bolsillo, se la va a por este. Basta de hacer lo que se hizo durante años y salió mal”.
El conflicto tiene como telón de fondo la aprobación de leyes que impactan sobre el sistema previsional, como un aumento en las jubilaciones, la extensión de la moratoria y la declaración de la emergencia en discapacidad. Aunque desde el oficialismo se argumentó que se necesitaban dos tercios para habilitar su tratamiento, la oposición logró avanzar con mayoría simple.
Bullrich también recurrió a su cuenta de X (ex Twitter) para reforzar sus críticas:
“Levántese, Sra. Vicepresidente. No denigre la institución que preside. No sea cómplice del kirchnerismo destructor. Al menos siga del lado del pueblo que la votó para cambiar este país. No convalide a la corporación política más abyecta de la historia”.
Villarruel respondió rápidamente. Primero, marcó su posición institucional:
“El Senado es la casa de las provincias, así que antes de hacerse la picante repase la Constitución Nacional, donde dice con claridad que Argentina adopta para su gobierno el sistema representativo, republicano y federal”.
Luego, subió el tono y acusó a Bullrich de haber integrado organizaciones terroristas en el pasado:
“Todos los argentinos saben de qué lado estoy en lo que a kirchnerismo se refiere, porque los combatí siempre, mientras ud. pululaba de partido en partido”.
Sobre su rol en la sesión cuestionada, Villarruel defendió su accionar:
“La sesión ordinaria del día de hoy fue estipulada en fecha y hora en la sesión preparatoria anual. Como Vicepresidente cumplo con mi rol institucional, el cual implica que presida las sesiones, me gusten o no. Entre otras cosas, me votaron para defender la institucionalidad y hacerla respetar, no para levantarme cuando las papas queman o cuando el Ejecutivo recuerda que soy Vicepresidente”.
Y agregó:
“Aprovecho para aclarar que el H. Senado como Cuerpo es soberano conforme la Constitución Nacional y el sistema republicano de gobierno. El ejercicio de mi función no implica la convalidación de ningún acto, ya que son los senadores, en representación de los intereses de sus provincias, los que toman sus propias decisiones. Son ellos quienes convalidan, aprueban o rechazan y son quienes deben encontrar los caminos de diálogo y consenso en el desarrollo de su labor en el recinto y en las comisiones, de acuerdo a sus convicciones y de conformidad con el Reglamento”.
La vicepresidenta no solo recibió críticas de Bullrich. Durante un acto en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, el presidente Javier Milei también le dedicó una frase contundente, aunque sin nombrarla directamente:
“No solo hemos tenido un programa de estabilización mucho más exitoso, sino que además hemos hecho 25 veces más de reformas estructurales. Esto lo hicimos con el 15% de la Cámara de Diputados, siete senadores, una traidora, pero con el mejor jefe de Gabinete de la historia, que es Guillermo Francos”.
El cruce entre las principales figuras del oficialismo refleja una grieta interna creciente, en un momento donde el Gobierno enfrenta desafíos tanto en el Congreso como en la gestión económica.