En medio de las tensiones por el nivel de reservas y el cumplimiento de las metas pactadas, el Gobierno argentino espera dos decisiones clave del Fondo Monetario Internacional (FMI) que podrían destrabar un nuevo giro por US$2000 millones, en el marco del acuerdo firmado en abril bajo el programa de Facilidades Extendidas (EFF).

Hasta ahora, el FMI no finalizó la primera revisión técnica del nuevo acuerdo. Una vez completada, el organismo deberá emitir el “staff level agreement”, es decir, el entendimiento preliminar entre los técnicos del Fondo y las autoridades argentinas.

En su última conferencia, la vocera del FMI, Julie Kozak, explicó el procedimiento a seguir:
“Con respecto a la primera revisión, primero, las conversaciones entre el equipo y las autoridades deberán concluir y se deberá alcanzar un Acuerdo a Nivel de Personal. Una vez que esto suceda, presentaremos la documentación a nuestra Junta Directiva para su revisión”.

Es decir, el desembolso quedará supeditado a la aprobación final por parte del Directorio Ejecutivo del FMI. Sobre los tiempos del proceso, Kozak señaló:
“Aún no tengo una fecha para la reunión de la Junta Directiva, pero, por supuesto, los mantendremos informados a medida que avancen las conversaciones”.

En busca de un waiver

El contexto económico suma complejidades: en junio, Argentina no alcanzó la meta de acumulación de reservas y, además, se proyecta que el déficit de cuenta corriente será cinco veces mayor al previsto. Ante esto, crece la posibilidad de que el Fondo otorgue un waiver, es decir, una dispensa formal por incumplimiento de metas, lo que habilitaría el giro del dinero.

Sin embargo, Kozak evitó confirmar esa opción:
“En cuanto a algunas preguntas más específicas, como las metas del programa y la posibilidad de un waiver, dado que las conversaciones están en curso, no voy a especular sobre la posibilidad de exenciones ni sobre qué se discute”.

Impacto en las reservas y los mercados

Las reservas internacionales del Banco Central siguen lejos de los niveles anunciados en marzo por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien había proyectado que con el nuevo acuerdo las reservas brutas alcanzarían los US$50.000 millones. Sin embargo, al cierre del viernes pasado, ese nivel era de US$41.739 millones.

De acuerdo con estimaciones de la consultora Adcap, el rango adecuado de reservas según las métricas del FMI debería situarse entre US$57.800 millones y US$78.700 millones.
“Para ponerlo en contexto, el nivel actual —descontando el swap con China— cubre solo entre el 36% y el 49% de ese rango. Dado el tipo de cambio fuertemente administrado de la Argentina, un objetivo razonable de punto medio podría ser US$68.000 millones. Eso implicaría más que duplicar las reservas actuales”, graficaron.

Riesgo país e inversores

El retraso en la acumulación de reservas no solo complica la relación con el Fondo, sino que también afecta la percepción de los inversores y demora la baja del riesgo país, lo cual es clave para el ingreso de capitales extranjeros.

En ese sentido, desde la consultora LCG señalaron:
“El ritmo de acumulación de reservas sigue siendo modesto y está lejos de alcanzar la meta comprometida. Esto podría no ser un problema en la relación con el FMI (asumimos que los waivers serán habilitados), pero entendemos que sí implicará un lastre para la baja del riesgo país, incrementando el desafío de acceder a los mercados para refinanciar los (abultados) vencimientos del año que viene (US$4400 millones en enero 2026)”.

Además, advirtieron que el Gobierno debería sumar entre US$5000 y US$9500 millones en el último trimestre de 2025, a través de deuda o compras del Tesoro y el BCRA en el mercado oficial.

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