En el Conurbano, siete de cada 10 chicos habita en lugares sin las necesidades básicas insatisfechas. Los bolsones de pobreza en el Gran Buenos Aires no paran de crecer de la mano de una crisis social que acostumbra a ensañarse con los que menos tienen. Ya hay municipios en que la mitad de sus habitantes son pobres o están muy cerca de serlo.
Mientras se espera el registro del Indec para la inflación de agosto, un estudio del Instituto de Investigación Social, Política y Económica Ciudadana (Isepci) adelantó un dato que grafica como ningún otro la calamidad de la crisis, además de ayudar a entender el fenómeno de Javier Milei entre los que peor la pasan.
La suba de precios de los alimentos arrojó 27,4%, casi cuatro veces más del 7,6% de julio y a aún más del 5,6% de junio. «No podemos dejar de sorprendernos por la suba. Incluso no publicamos el dato hasta no rechequear todo el estudio y compararlo con los que hacemos en el resto del país. El gran salto se dio los últimos 15 días de agosto. El traslado de precios de la devaluación que anunció Sergio Massa fue instantánea, como si todos los pequeños comerciantes del país ya tenían los nuevos precios ese mismo día lunes después de las PASO», afirma Isaak Rudnik.
Rudinik también explico Los precios que se relevaron fueron de los 54 productos que toma el Indec para armar la Canasta Básica de Alimentos (CBA). «Hay tres rubros, Almacén con subas del 18%, Verduras con 20% y la carne, que explica buena parte del gran salto en los precios, con 48% de aumento».