Palermo y Caballito son los barrios que encabezan el listado.
En el último año, los garages pasaron a engrosar la lista de los rubros más vapuleados por la crisis. Tanto, que entre marzo de 2018 y marzo de 2019, 223 de 1.800 garajes bajaron las persianas en la Ciudad de Buenos Aires. Esto representa cerca de un 10 % del total de esos espacios, de acuerdo con fuentes oficiales del sector.
«Cerraron. Se convirtieron en otra cosa, fundamentalmente por la falta de rentabilidad. Los dueños venden y los inquilinos no renuevan. Son garajes de barriocon una plaza de 120 cocheras aproximadamente Los clientes se van porque no pueden afrontar el gasto de una cochera y los dueños cierran porque no pueden mantenerla», grafica Eduardo Sánchez, presidente de la Cámara de Garajes, Estacionamientos y Actividades Afines de la República Argentina (CAGESRA) a Clarín.
El costo del mantenimiento, la suba en losimpuestos y servicios y la reducción de clientes sentenciaron a muchos estacionamientos, que terminan cediendo ante propuestas inmobiliarias. Por eso, no resulta extraño que el barrio más afectado sea Palermo, donde en los últimos 12 meses dejaron de funcionar 30 garajes, una gran mayoría con destino próximo de edificio. «En Palermo, además de la falta de rentabilidad empuja el atractivo de vender para otra utilidad. Pasa también en Caballito -cerraron 17-, donde hay mayor construcción», refiere Sánchez.
Según datos del mercado inmobiliario, el valor del metro cuadrado en Palermo promedia los US$ 3.500 y en Caballito, los US$ 2.700 dólares. Entonces, la cifra a la que asciende la venta de un espacio ocioso resulta una operación mucho más auspiciosa y rentable que el hecho de seguir sosteniendo una estructura en declive.
Monserrat, con 19 garajes, Balvanera con 18, San Nicolás con 15 y Belgrano con 11 son los barrios que secundan a Palermo y Caballito. Locales comerciales, supermercados chinos e incluso restaurantes son otros de los usos para los que se reconvierten las cocheras, mientras que las calles porteñas colapsan sin cupo para contener a los vehículos de residentes y ocasionales. Porque más allá de los cierres, aquellas que todavía se mantienen en actividad sufren una notoria baja en la cantidad de clientes.
Una cochera mensual arranca en los $2.500 y trepa hasta los $5.000, según la zona en la que se ubique. Según datos de la entidad que lidera Sánchez, la facturación dentro de este rubro se redujo hasta un 70% en lo que representan los tickets por hora y hasta un 30% los mensuales. Estos valores corresponden a la zona del centro, donde la veda para ingresar que recae sobre los vehículos particulares hizo estragos en las playas de estacionamiento.