La liga de futbol femenino Nosotras Jugamos, que se presentó este mes en la Villa 31, terminó la primera etapa del campeonato que disputaron más de 20 equipos en la Ciudad. Proponen un conjunto de iniciativas legislativas para promover el deporte con perspectiva de derechos.
Por Giannina Nigro
Hace poco menos de dos meses la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) presentaba la indumentaria oficial que la Selección de fútbol femenino local lucirá en el Mundial a disputarse en Francia 2019 con la imagen de una modelo profesional, sin jugadoras. Hace pocos días, un reconocido torneo de fútbol que se disputó en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires, organizado por la empresa Kia Motors (sponsor de la selección), otorgó en la categoría masculina, un viaje a Rusia para ver un partido del Mundial para el equipo ganador, y para el de mujeres campeonas, un kit con mochilas y remeras.
Situaciones y diferencias de ese estilo son extractos palpables de una realidad con la que conviven y a la que dan pelea las pibas que juegan al fútbol desde hace años. Así es que, desde el otro extremo de la cancha, el fútbol femenino se abre paso a fuerza de voluntad (es) y gana cada vez más espacio y respeto. En esa línea, la Ciudad ya cuenta con la primera liga con perspectiva de Derecho: «Nosotras Jugamos», que fue presentada oficialmente la semana pasada en la Villa 31 y el domingo cerró la primera fase del campeonato 2018. Junto con ella presentaron una serie de iniciativas legislativas, elaboradas por la legisladora porteña Andrea Conde, que buscan promover el deporte desde una perspectiva de derechos.
«Es muy difícil sobre todo para las pibas de los barrios lograr una demanda sostenida en lo que es un campeonato, porque hay que pagar cuotas altísimas de inscripción, traslados. En el barrio, por ejemplo, entrenábamos, tenemos un espacio para perspectiva de género, pero nos faltaba esa competencia seguida, que es fundamental para un proyecto deportivo», cuenta a ediciónciudad.com la coordinadora de la liga, Mónica Santino, quien es Directora Técnica y encabeza la Asociación Civil «La Nuestra», en el barrio 31. «El año pasado lo discutimos, lo charlamos, preparamos, y este año le pudimos dar forma. En ese camino replanteamos la Ley de Deporte Social, en la que la perspectiva de Género tiene mucha fuerza. Por ejemplo, recorrés los clubes de barrio y no hay vestuarios para mujeres, las ofertas deportivas tal vez son sólo patín, y las mujeres se ocupan sólo de las tareas domésticas», apunta la DT.
Nosotras Jugamos es organizada por la Asociación de Clubes de Barrio y Deporte Social, y cuenta con el apoyo del Club Atlético Vélez Sarsfield, el Club Atlético Platense, el Club Atlético Rosario Central y ATE Capital. Participaron de este inicio unos 23 equipos, con jugadoras desde los diez años en adelante, y pasaron por cinco canchas en barrios de la Ciudad.
«La idea fue armar algo que potencie y abra camino para hacer otras cosas. Replicar, potenciar y crear. Un objetivo a futuro es que también puedan discutirse estas cuestiones de perspectiva de derecho no sólo en los clubes de barrio, sino también en los grandes», señala Andrea Conde, legisladora porteña por Nuevo Encuentro en el bloque Unidad Ciudadana y Presidenta de la Comisión Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud; y quien presentó iniciativas vinculadas a la promoción y visibilización del deporte desde una perspectiva de derechos. «La liga también tiene esa búsqueda de que un montón de pibas que quieren jugar puedan sumarse, jugar al fútbol y a la vez poder discutir problemáticas que son importantes cuando vas a jugar porque pareciera que, siendo mujer, tenés que ganarte ese derecho», apunta.
Durante los encuentros deportivos realizan actividades concretas, talleres y charlas con sobre conciencia de género, violencia, educación sexual, salud, entre otras temáticas. «Es aprovechar el encuentro deportivo, que de por sí es distinto a otros en cuanto a lo que genera, por la situación de estar relajadas, jugando», describe Santino. «Creemos que el fútbol de mujeres va a cambiar pero entendiendo que hay una demanda de derechos. Para modificar la situación se necesita la parte de lo que es la Ley, pero también toda una masa que esté convecida y acompañe. Tomar conciencia de que por más que vayan a jugar los domingos, el machismo existe, y para que se concrete y puedan ir a jugar hay que hacer todo esto», agrega.
La liga ya cosecha dos torneos relámpago con gran convocatoria que disputaron en Floresta y en la Villa 21-24; y un campeonato que concluyó su primera fase, pero continuará en agosto.
La Nuestra, origen y motor en la 31
La Asociación Civil La Nuestra, comandada por Mónica Santino, nació y funciona en la Villa 31 desde 2007, con el objetivo de recrear un espacio para la práctica de fútbol femenino para adolescentes y jóvenes que trascienda lo deportivo, integrándolo al trabajo con perspectiva de género sobre otras áreas como la educación y la salud. El punto de encuentro es una de las principales canchas del barrio, la Guemes, pero por las obras de urbanización, momentáneamente convocan y entrenan en otra frente al edificio Centinela.
«En la liga fuimos por la perspectiva de género un poco llevadas de la mano por el trabajo que hacemos con La Nuestra. El objetivo fue generar un espacio de fácil acceso para las mujeres al deporte, que no es un camino llano», relata Santino al tiempo que enumera los logros como Organización. «El grupo ganó una visibilidad que hizo que en la comunidad pasen cosas increíbles, se tiró a tierra un prejuicio muy grande sobre el juego de las mujeres: ahora a la cancha se la conoce como la «cancha de las mujeres». Empezaron a haber más equipos, y se fue dando en muchos casos una nueva división de roles, ya que en los barrios las mujeres se hacen cargo de tareas domésticas muy pesadas desde chicas, y, por ejemplo, mientras están jugando, han logrado que el compañero varón cuide al hijo. Ese día y horario es de ellas. Hay cuestiones culturales que empiezan a cambiar, y lo mismo a la hora de salir del barrio, jugar con otros equipos y mostrar con orgullo quiénes son, de dónde vienen. Todo eso lo generó el fútbol», explica la DT y resume: «La liga- en donde La Nuestra participa con ocho equipos- nos estructura, motiva y también a las familias.
En detalle: Cuáles son los proyectos
La propuesta de la Liga Nosotras Jugamos viene acompañada de la presentación de iniciativas legislativas elaboradas por la legisladora porteña Andrea Conde, que contemplan varios puntos:
–Ley de Deporte Social con Perspectiva de Género: Derecho al juego y al deporte de mujeres e identidades disidentes. Busca promover la igualdad de géneros en el deporte; estimular una mayor participación de niñas, adolescentes, mujeres e identidades disidentes y no binarias en actividades deportivas, recreativas y sociales.
– Ley de pensiones deportivas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con perspectiva de derechos para niñas, niños, adolescentes y jóvenes. El objetivo es controlar y regular las residencias para cuidar los derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes que allí se alojan, en base a los casos de abusos visibilizados y denunciados este año.
– Visibilización y promoción del fútbol femenino: Homenaje a la Selección de Fútbol Femenino; Apoyo a la Liga «Nosotras Jugamos»; Homenaje a Las Pioneras del Fútbol e instauración del Día de las Futbolistas.